Muerte Digna

Hace ya más de una semana que en mi habitual camino regresando a casa del trabajo encontré dos pequeños gatos (tendrían no más de 2 o a lo mucho 3 meses). Como seguramente les habrá pasado a todos ustedes cuando se topan con un animal desamparado, sentí el deseo de hacer algo por ellos. Lamentablemente en casa tengo ya viviendo a cuatro gatos adultos y está totalmente prohibido meter más animales de cualquier tipo por ninguna razón.

Quizá debí llevarlos a Luca pero me entró la desidia y pensé que a estas alturas ya habían aprendido a cazar su propio alimento y se encontraban relativamente seguros puesto que vivían en el jardín de la iglesia de la colonia, la cual está rodeada con cerca de malla metálica.
A los pocos días uno de los gatitos no se volvió a aparecer, espero haya sido por que alguien decidiera adoptarlo. Entonces empecé a llevarle comida por las noches al que se quedó solito. Un par de días atrás lo encontré como de costumbre acostado en la banqueta al otro lado de la reja, maulló al reconocerme pero no se movió de donde estaba. Fui a casa a buscarle algo de comida y me extrañó ver que aún y ofreciéndole el alimento el pequeño seguía sin moverse. De pronto empezó a llover y ni siquiera el hecho de estarse mojando lo hizo moverse de su lugar. Fue demasiado, ningún gato en sus cabales disfruta mojarse así. Busqué la manera de pasar al otro lado de la cerca y al llegar a donde se encontraba y levantarlo del suelo descubrí penosamente que no podía mover sus patitas traseras.
Lo llevé con migo a casa y junto con mi mamá lo examinamos más detenidamente: no estaba sucio ni se le veían golpes y en ese estado no podía haber llegado a donde lo encontré si hubiera sido atropellado. Tampoco había sido envenenado puesto que no vomitaba ni convulsionaba. La única posibilidad era que alguien lo hubiera pateado o apedreado dentro del terreno de la iglesia.
No quiso comer ni beber nada, seguramente le dolía al tragar, y noté que incluso batallaba para respirar a causa quizá de una costilla rota. Al arroparlo se quedó dormido fácilmente.

Lamamos a una muchacha que colabora con la sociedad protectora de animales y a la mañana siguiente le llevamos al pequeño, al verlo y revisarlo dictaminó de inmediato que tenía la columna quebrada y muy probablemente heridas internas. No había más solución que sacrificarlo y acabar así con su dolor. Y así fue.

Permanecimos un rato platicando con la chica, nos contó que mensualmente tiene que inyectar a varios gatos y perros. Algunos por que, como el pequeño negrito que le llevamos sufrieron maltratos que les causaron lesiones horrorosas, y otros tantos saludables que no tuvieron la suerte de encontrar un hogar.


En casos en los que el animal está sufriendo, la muerte piadosa es algo muy triste pero necesario. Pero el terminar con la vida de un inocente perfectamente sano que no tiene hogar me hace cuestionarme si realmente tenemos el derecho de tomar esa decisión.
No pretendo de ninguna manera subestimar el trabajo de estas personas nobles, conscientes del sufrimiento de los animales. Entiendo que la posición de esta mujer como la de tantos otros que dedican su tiempo y dinero a la misma causa es bastante difícil. Al no encontrar quien adopte a uno de los animales rescatados sus únicas opciones son devolverlo a la calle o terminar con su vida. La chica nos decía que el devolverlos a la calle les garantiza una vida miserable, peligrosa y una muerte dolorosa atropellados, envenenados, masacrados o heridos en riñas con otros animales, por lo cual es preferible terminar tempranamente con el sufrimiento de estos seres que, en palabras de ella, “no tienen oportunidad de vivir”.

Por supuesto que entiendo su punto, los animales callejeros en las ciudades llevan vidas en extremo difíciles y la misión de los protectores es detener el sufrimiento. Aunque los animales en estado salvaje dentro de la naturaleza también sufren, mueren de hambre, están a merced del clima y luchan constantemente por su supervivencia. Así trabaja la madre natura, solo el más apto sobrevive.
Nosotros los hombres rompimos ese equilibrio, nadie nos depreda, aprendimos a resguardarnos de las inclemencias del tiempo, a servirnos del resto de las especies. Los conflictos y las luchas que nos entristecen se dan entre nosotros mismos, por que al parecer nosotros mismos así lo queremos.

Los gatos y perros son especies que se adaptaron a existir con nosotros, se volvieron domésticos. A tal grado que ya no quedan de estos animales poblaciones en estado salvaje. ¿Qué hacemos, matamos a todos los que no podemos tener adentro de nuestras casas? ¿Los esterilizamos y luego los dejamos en la calle expuestos a nuestro medio ambiente alterado, contaminado y estéril? ¿Tenemos o no derecho de decidir sobre la vida de ellos? ¿Si nosotros estuviéramos a merced de otra especie junto a la cual hubiéramos vivido miles de años, preferiríamos que nos mataran o que nos dejaran luchar por sobrevivir en las nefastas condiciones que nos rodean?

Cualquier escenario es bastante triste.

que onda, pues muy buen tema

Hay bastante que reflexionar acerca de esto, y una de las cosas que pienso hay que reflexionar primero es lo que cuestionas, tenemo derecho de decidir que hacer con ellos?

Yo pienso que la humanidad no tiene el derecho moral de hacerlo, pero sin embargo lo hace
Y a los que nos duele somos los que quizieramos hacer algo mas por remediar esta situacion pero es tun mega problema que va a ser bien duro erradicar

Toda la gente dedicada al rescate de mascotas sin hogar siempre se ven y se enfrentan con la disyuntiva de dormir a los que ya no pueden seguir manteniendo, y lo hacen con mucho dolor

No se si durante todo este tiempo, hay alguna estadistica que nos guie a conocer si el indice de mascotas abandonadas ha bajado, o ha subido, porque hay mucha gente entre asociaciones y voluntarias dedicadas a el rescate y la ayuda de animalitos desauciados. En caso de que las estadisticas esten subiendo, pues pondria las cosas bien dificiles porque cada vez hay mas gente que se suma y no se veria ningun resultado a favor

Yo veo que los rescatistas cada vez estan mas y mas llenos, como que siento que no se ha visto un resultado, no se, apenas alguien rescatista q nos explique eso

Muy buenas cuestiones las que planteas.

Yo opino que, como menciono nuestro amigo Alex, los seres humanos no tenemos ese "derecho" de decidir acerca de la vida de un animal, sin embargo vivimos dentro de una sociedad egoista, superficial, llena de distracciones e ideas triviales que dejamos a un lado temas o situaciones mas profundas e importantes como lo son el medio ambiente, el respeto hacia los demas seres vivos, etc.

El hecho de quitarle la vida a un ser vivo, en este caso como el papel que realiza la veterinaria en ayudar a los animales, es muy doloroso y es un proceso muy dificil de llevar acabo, por todos los sentimientos con los que nos encontramos, la impotencia de no contar con otras alternativas para ayudar al animal lisiado, a veces la unica salida, desafortunadamente, es quitarle la vida.

La accion que podriamos llevar acabo es difundir y fomentar el cuidado hacia los animales, en este caso hacia los animales domesticos, ya que como este caso en particular nos encontramos con muchisimos otros que no se dan a conocer. A raiz de este tema surgen ciertas dudas en nosotros de como cuidar a nuestras mascotas, es "bueno" tener mascotas, etc. pero lo mas significativo es la vision que tengas respecto a los demas seres vivos. Yo en lo personal, debido a mis actividades cotidianas, el tiempo que le dedico a estas actividades, no me siento lo suficientemente capacitada para hacerme responsable de algun animal, ademas de que mi familia no simpatiza con la idea de adoptar alguna mascota, seria una responsabilidad muy grande tener esta compañia en casa.

Lo ideal seria adoptar alguna mascota o algun animal desamparado que nos encontremos en la calle, siempre y cuando tengas los recursos necesarios para mantenerlo, o trasladarlo a alguna organizacion donde se puedan hacer cargo de el con las herramientas y equipo necesarios para su desarrollo de vida.